BIOGRAFIA
Quien me iba a decir que el cuerpo se iba a convertir en mi guia, en mi gurú, en mi camino de autodescubrimiento y que llegaría a apasionarme el movimiento, la danza, la expresión al fin y al cabo, el dejar que la vida pasará a través de mi y vivirla intensamente, con presencia, con un cuerpo habitado, cuidado y escuchado.
Y quien me lo iba a decir, porque mi relación con él siempre fué complicada, lo sentia mas cómo un generador de conflictos, que un buen amigo.
La danza me cambió la vida, descubrir la Danza Oriental con 20 años fué el detonador de un cambio muy importante en mi vida : DESCUBRIRME dejando que la vida me tomara.
Mi conexión con el cuerpo me ayudó a dejar mi trabajo, a bailar y enfocarme en él como una herramienta de cambio y de transformación.
Estudios de Psicologia los combiné con 3 intensos años de Master en Danza Movimiento Terapia, toda una revolución, mucha información, mucho movimiento interno y muchos cambios fuera.... fué muy muy intenso tan intenso que decidí centrarme en la Danza como herramienta artística y pedagógica, así que durante mas de 13 años las clases de Danza Oriental, Africana y Danza Creativa fueron mi profesión, trabajando con niños, adolescentes, adultos, tercera edad .... bailando en espectaculos , creando mis propios proyectos artísticos...hasta que mi cuerpo de nuevo me paró y el Yoga Iyengar entró en mi vida.
Del yoga Iyengar me apasionó la parte restaurativa, por fin podia relajar, soltar y escucharme y me ayudó a crear un nuevo, la perseverancia y la práctica diaria. Y fué entonces cuando descubrí tambien mi propia autoexigencia y poco amor y respeto que tenia hacia mi cuerpo, a momentos....
Me concentré y focalizé en la práctica restaurativa y terapéutica del yoga y de la mano llegaban todas las técnicas corporales que a traves del movimiento y la danza habia aprendido....así que dí paso a escucharme, a escuchar a mi cuerpo y así el yoga y la consciencia corporal se fundieron en un abrazo.
Así que ese dialogo me llevó a SENTIR, ese sentir me llevó a abrirme con curiosidad a DESCUBRIRME y en ese descubrir encontré PRESENCIA.... una presencia que me llevó directa a un encuentro, a vivir la vida como si fuera una niña....sin juicios, experimentando, descubriendo y sorprendiendome de todo este Universo fisiológico que encontré mirando hacia dentro, abriendo mis sentidos hacia dentro.
Y el camino continua, porque es inmenso, no se acaba...y que bien ¡¡¡ porque cada vez que haces una práctica, es diferente,porque cada dia tu cuerpo está diferente, porque puedes focalizar tu atención en tantas cosas que hacen tu práctica y los ejercicios diferentes.....así que mi cuerpo, se ha convertido en un herramienta de transformacion y crecimiento.
Núria